Otro día de furia meteorológica

El viento causó importantes daños materiales en tres empresas del municipio pontevedrés de Caldas de Reis. Aunque MeteoGalicia no lo pudo confirmar ayer, personal de las naves afectadas aludió a que pudo ser un tornado lo que provocó los destrozos el jueves por la tarde. La instalación más perjudicada fue Indalsu, que fabrica sistemas de aluminio para arquitectura. «No sabemos si fue una ráfaga de viento o un tornado.

Eran sobre las 19.20 horas, era ya de noche y diluviaba. De repente se rompió la cubierta lateral y el viento hizo un efecto de succión dentro de la nave, llevándose la mitad de la cubierta», explicó el director de la fábrica, José Antonio Noya. Afortunadamente, no se registraron daños personales, aunque en ese momento había unos veinte trabajadores dentro porque hay actividad hasta las 22 horas. «Solo se interrumpió el trabajo en ese momento y menos mal que los trozos de la cubierta salieron despedidos hacia el exterior», apuntó el director. Para poder seguir trabajando y ante la previsión de lluvias se cubrieron los huecos con plásticos. Los peritos del seguro valoraban ayer los daños y trataban de clarificar el origen de los desperfectos.

Muy cerca de esta nave está la de Frigoríficos Devesa. Manuel Devesa, su propietario, echaba mano del humor y decía ayer que no descartaba ir «a quitar o meigallo». Esta empresa se volvió a levantar en el mismo lugar tras un incendio que la redujo a cenizas el 15 de febrero del 2012. En Frigoríficos Devesa no había trabajadores en ese momento.

Tampoco los había en la empresa de materiales de construcción Pumagal, que también sufrió daños. Juan Carlos Pérez, encargado de mantenimiento, subrayó que voló la cubierta del patio de carga donde se almacenaban materiales. Lino Naranjo, de MeteoGalicia, afirmó que a esa hora en la zona de Caldas se registraron ráfagas de 80 km/h, y lluvia.

También la tormenta afectó a Muros. Desde la siete de la mañana hubo sucesivas oleadas de rayos. La descarga eléctrica fue más violenta en las proximidades de la iglesia. La villa se quedó a oscuras y en muchos lugares no volvió la corriente hasta el mediodía. Los rayos afectaron a electrodomésticos, equipos informáticos, sistemas de telefonía, calefacciones y otros útiles domiciliarios. Algunas estimaciones realizadas indican que en algunos hogares los daños pueden superar los dos mil euros. La casa consistorial se quedó sin teléfono.

El nuevo pararrayos del campanario evitó una tragedia, aunque no pudo impedir que en la vivienda próxima al templo se produjese la rotura y desprendimiento de un fragmento de la cornisa del techo. Un par de horas después, los vecinos comentaban el incidente: «O que máis me preocupaba era a neta, que estaba esperando o bus. Fun buscala, cando cheguei ela xa se metera no coche. Quedei sen teléfono, e precísoo pola miña dependencia sanitaria», señaló Así, María del Carmen Lamela.

Las descargas eléctricas se cebaron con Carballo. Un tercio del casco urbano se quedó sin suministro eléctrico durante más de dos horas, por un rayo que dañó el cable subterráneo. Unas 30 casas de Torroña (Oia) también se quedaron sin luz.

«Creín que caera unha bomba a bordo, foi un estruendo enorme». Así recuerda Ermindo Mouzo Tajes, patrón del Zeus I, el rayo que cayó ayer por la mañana en la antena del pesquero de Santa Mariña, en Camariñas. Acababan de salir del puerto a por las nasas de pulpo cuando el relámpago los alcanzó. No hubo más que daños materiales. La antena del VHF «quedou coma unha palmera» y se quemaron el ordenador, el piloto automático y el resto de los aparatos. Sin embargo no se paró el motor, por lo que la tripulación decidió volver a puerto. En total ayer en Galicia se registraron 1.136 rayos y vientos de cerca de 100 km/h.

Tomado de: www.lavozdegalicia.es

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