Cada 5 días, una tormenta eléctrica

En la Argentina hay una tormenta eléctrica cada cinco días. Significa que, en promedio, son 65 días al año en los que pueden producirse tragedias como las ocurridas anteayer, en las que murieron cuatro personas en la provincia de Buenos Aires al recibir descargas de rayos.
Curiosamente, en la ciudad de Buenos Aires sólo el 5 por ciento de los edificios tiene pararrayos (ver aparte) y, pese a que hubo investigaciones y desarrollos al respecto, el país no cuenta con un sistema de detección y alerta temprana, como sí ocurre en otros Estados.

Brasil, por ejemplo, tiene uno de los registros más altos de caída de rayos, junto con Colombia y el sudeste asiático: 70 días al año. Por ello, cuenta con un instituto de investigación especialmente dedicado al tema. En el otro extremo, Alemania tiene tormentas eléctricas sólo 15 días al año y también cuenta con un monitoreo permanente para alertar a la población de posibles riesgos.


Varios especialistas consultados por La Nacion coincidieron en que fue la falta de información sobre la tormenta y no la presencia o ausencia de pararrayos lo que ocasionó las muertes de anteayer.

"Se produjeron porque se conjugaron varios factores: un área descampada sin protección y la imprudencia de no seguir las recomendaciones habituales para los casos de tormenta", dijo Alicia Cejas, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). "Los chicos no deberían haber estado en el exterior durante una tormenta y tampoco las personas durante la práctica deportiva", dijo a Diego Subilibia, gerente de Proinex, una de las principales empresas del país que se dedican a la instalación de sistemas de protección de descargas atmosféricas.
De los cuatro muertos, dos de ellos eran menores de edad, de 8 y 11 años, que se hallaban en una colonia de vacaciones en Florencio Varela. Un joven de 25 años murió en una quinta en ese partido y la cuarta víctima fue el masajista de Racing Club, Jorge César Nardi, que falleció cuando un rayo lo alcanzó en plena práctica del plantel.

Mitos y riesgos

La que sigue es una lista de los principales mitos y riesgos sobre las descargas eléctricas enumerados por expertos.

El rayo es un fenómeno poco frecuente en la Argentina. Falso. Cada año caen unos 10 millones de rayos en el país, según las estadísticas del Grupo de Electricidad Atmosférica del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil. La Argentina no lleva registros al respecto, pese a que, como consecuencia del cambio climático, las tormentas eléctricas son cada vez más frecuentes, advirtió Vicente Barros, del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), de la UBA. Justamente se espera que en los próximos años se incremente este tipo de tormentas. La caída de rayos está asociada a las altas temperaturas y a la humedad.

Es poco probable anticipar dónde va a caer un rayo. Falso. En 1999, la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, dentro del Departamento de Ciencias de la Atmósfera, desarrolló un proyecto para instalar un sistema de alerta por rayos, tal como tiene Brasil. Con 23 sensores se podría cubrir todo el territorio nacional. "Removimos cielo y tierra para instalar el sistema de alertas, pero no lo logramos. Así, podrían evitarse cientos de muertes, incendios y daños materiales", dijo a La Nacion María Luisa Altinger, meteoróloga del CIMA que desde hace 25 años estudia tornados.

Existen áreas que atraen rayos. Verdadero. Según el ingeniero Cristian Bacigaluppi, fabricante de pararrayos, el 80% de las consultas que recibe se realizan luego de haber sufrido consecuencias de la caída de un rayo. "Hay zonas que concentran mayor atracción para los rayos. Es el caso de Pilar, Luján y Moreno, donde, por ejemplo, en un conocido country de la zona oeste, un propietario sufrió las consecuencias del fenómeno dos veces en un mes", dijo. A nivel nacional, la región mesopotámica es la que concentra la mayor cantidad de caída de rayos, según Altinger. En Brasil se producen 100 muertes al año por esta causa. En los EE.UU., unas 300. En la Argentina no hay datos oficiales.

Un rayo nunca cae dos veces en el mismo lugar. Falso. Varios especialistas indicaron que esto es sólo un mito y que durante una tormenta no existen lugares seguros en el exterior.
Un pararrayos es suficiente protección para estar a resguardo . Falso. Brinda una cobertura en un radio de entre 30 y 80 metros. "Los sistemas de protección se colocan en predios descubiertos o en piletas con un fin de prevenir caídas de rayos, pero no significa que uno puede quedarse en el exterior durante la tormenta. Además, no alcanza con colocar uno o varios en un edificio, debe haber una revisión anual", dice Subilibia.

Estar en el agua durante una tormenta puede ser mortal. Verdadero . En el mar, el volumen de agua salada atrae los rayos. Las piletas, no. Sin embargo, el riesgo existe porque la cabeza del nadador se convierte en el punto más alto de un ámbito abierto y puede atraer la descarga.

Correr incrementa el riesgo de recibir una descarga. Verdadero. "Existe una cantidad de líneas de fuerza que, si se cruzan a mayor velocidad, se incrementa el potencial de riesgo de convertirse en el punto de atracción de la descarga. En EE.UU. existe una fuerte campaña de concientización al respecto en deportistas y alumnos de escuelas", dijo Altinger.

Se puede instalar una protección contra descargas atmosféricas en un predio abierto, como un club, un country o una cancha de golf. Verdadero. No son solamente pararrayos, sino un proceso que incluye la reingeniería de las estructuras metálicas para conducir las descargas a tierra. Puede costar unos 80.000 dólares y, en el caso de los countries, alcanza el club house , la pileta, la cancha de fútbol y la de golf. La protección no alcanza a las casas y no implica que puedan usarse esas instalaciones durante las tormentas. En el caso de los clubes y colonias, el elevado costo y el hecho de que no son obligatorios por ley hace que la mayoría no tenga estos sistemas .
Para las canchas de golf existe un método de alertas que cuesta 5000 euros y advierte a los jugadores unos 20 minutos antes de la tormenta. En el país todavía no se instaló ninguno.

Es peligroso usar electrodomésticos durante una tormenta. Verdadero. La recomendación del SMN es que se desconecten los aparatos, ya que podrían conducir la electricidad del rayo y, además de dañarse, producir heridas o matar a quien los está utilizando. Incluso, se desaconseja usar el teléfono, aunque sea un aparato de línea no eléctrico.

Sacar la ropa tendida de la soga puede ser una mala idea. Verdadero . Apenas comienzan a caer las primeras gotas, muchos se abalanzan hacia patios, jardines y balcones para evitar que se moje. Es una pésima idea, ya que las sogas o alambres exteriores podrían actuar como conductores durante una descarga.


Tomado de: http://www.lanacion.com.ar

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