Contra los rayos urge revisar estadios del país

LOS PARARRAYOS DE las torres de El Campín evitaron una tragedia en el juego Equidad-Nacional. Las normas sobre el tema son recientes y por eso debe exigirse que los viejos escenarios del país estén bien dotados de estos sistemas.

Aturdidos, bajo los efectos de una energía rara y con los pelos de punta.Así quedaron algunos integrantes del Atlético Nacional luego de la descarga atmosférica (rayo) que cayó el sábado en una de las torres de iluminación del estadio El Campín de Bogotá.

"El estruendo me dejó zumbando el oído derecho. Cuando miré alrededor y vi a varios jugadores en el suelo pensé en lo peor", relató ayer el joven zaguero Stefan Medina, quien daba gracias a Dios que no hubiera sucedido una tragedia.

Además del susto, el kinesiólogo Gerardo Madrigal evocó de inmediato ese 24 de octubre de 2002 cuando un rayo acabó con la vida de Herman Carepa Gaviria y dejó grave a Giovanni Córdoba, que luego moriría. Ambos participaban con el Cali en un entrenamiento.

Al utilero Wílmar Osorio lo único que se le ocurrió fue correr hacia el camerino y contó que los más afectados con el episodio del sábado fueron John Valencia y Gastón Pezzuti.

Este último, quizás por lo que le sucedió recientemente al masajista del Racing de Argentina, Jorge Nardy, víctima de una descarga atmosférica bajo un torrencial aguacero el 11 de enero pasado.

Hasta ahí las anécdotas de este hecho que encendió las alarmas sobre la necesidad de una revisión a fondo para comprobar si los estadios del país están dotados de sistemas eficaces de pararrayos, pues tras un sondeo parcial, en muchos entes que administran estos escenarios hay pocas certezas.

Por fortuna en Bogotá estos aparatos no fueron removidos con las obras que allí se realizan de cara al Mundial juvenil.

De acuerdo con expertos en el tema, como el ingeniero Leonardo Cardona, apenas en el 2004 el Gobierno expidió el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (Retie) que fija las condiciones que garantizan la seguridad en los procesos de generación, transmisión, transformación, distribución y utilización de la energía en Colombia.

Si se tiene en cuenta que la mayoría de estadios en el país son viejos, pues es urgente que los organismos de control del Ministerio de Minas y Energía pasen revista. Y que se aproveche en donde se harán cambios en los sistemas de iluminación para ubicar los pararrayos exigidos de acuerdo con las normas.

Estos dispositivos (puntas Franklin en tales casos) ayudan a proteger, en un alto porcentaje, aficionados y deportistas, pero no son la solución definitiva ante las sorpresas de la naturaleza.

Es ahí cuando las reglas de juego deben ser claras. La suspensión de un partido por amenaza de descargas atmosféricas depende del "criterio arbitral", dijo el gerente deportivo de Nacional, Nicolás Arizmendi.

El sábado el receso fue de 5 minutos, porque había una llovizna leve y los entrenadores aceptaron reanudar las acciones. Pero en otras ocasiones se han visto encuentros bajo fuertes lluvias y, como dijo el ingeniero César Correa, priman los intereses comerciales de la televisión y se juega bajo alto riesgo.

Con las torres no basta en el Atanasio

El estadio Atanasio Girardot, según el ingeniero César Correa -Inder-, tiene pararrayos en las torres de iluminación y en la cubierta de occidental. También existía un "apantallamiento" en las mallas que separaban la cancha con las tribunas, en especial en los sectores norte y sur por donde se cobran los tiros de esquina, pero desaparecieron con la demolición de éstas ante la solicitud de la Fifa para el Mundial. Sin embargo, asegura que con las obras que se realizarán en el sistema eléctrico y de sonido aprovecharán para dotar el escenario de más pararrayos. "De todas maneras hay que recordar que no hay un sistema infalible ante las descargas atmosféricas fuertes. Las autoridades arbitrales deben ser rigurosas para evitar tragedias", dijo. En Envigado e Itagüí hay escasa información sobre el tema.

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