Detección a mayor altura de lo esperado de un fenómeno electromagnético provocado por los relámpagos

En todo momento, unas 2.000 tormentas coexisten en el globo terráqueo en promedio, produciendo en total cerca de 50 relámpagos cada segundo.

Cada relámpago crea ondas electromagnéticas que empiezan a dar vueltas en torno a la Tierra, capturadas entre su superficie y un límite superior de aproximadamente 100 kilómetros de altura. Algunas de las ondas se combinan, cuando tienen la longitud de onda correcta para eso, aumentando en fuerza, y creando una especie de latido atmosférico intermitente conocido como la Resonancia Schumann.
Esta resonancia proporciona una herramienta útil para analizar la meteorología de la Tierra y su ambiente eléctrico, e incluso ayudar a determinar qué tipos de átomos y moléculas existen en la atmósfera. Pero, hasta ahora, sólo se había podido observar estas ondas desde abajo.

Recientemente, un instrumento especial de la NASA, a bordo del satélite C/NOFS, ha observado la Resonancia Schumann desde el espacio.

El equipo de Fernando Simoes y Rob Pfaff, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, ha analizado los datos y cree que el hallazgo aportará una nueva vía de estudio del fenómeno.

Aunque su existencia fue predicha en 1952, las resonancias Schumann sólo pudieron ser medidas de manera fiable a principios de la década de 1960. Desde entonces, los científicos han descubierto que las variaciones en este fenómeno se corresponden con los cambios de las estaciones, la actividad solar, la del ambiente magnético de la Tierra, la de las partículas de agua suspendidas en la atmósfera, y con otros fenómenos que sólo ocurren en los límites de nuestra atmósfera.



Hay muchos estudios sobre este efecto, pero todos están basados en observaciones desde estaciones de superficie. En cambio, el satélite C/NOFS obtuvo mediciones a altitudes mucho mayores, concretamente de entre 400 y 800 kilómetros.

Detectar resonancias Schumann desde arriba permitirá conocer mejor los fenómenos que se desarrollan en la atmósfera terrestre. Combinadas con mediciones de superficie, las detecciones desde el espacio proporcionarán una buena manera de estudiar los relámpagos, las tormentas, y bastantes fenómenos de la atmósfera baja.

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