La caída de un rayo deja una noche en tierra a 138 viajeros que volaban de Loiu a Londres


El avión afectado, de la compañía Easyjet, es el cuarto aparato alcanzado por un relámpago en el Aeropuerto de Bilbao en el último mes y medio. 

Un total de 138 personas no pudieron volar el pasado jueves a Londres desde Loiu después de que un rayo alcanzara su avión. La compañía Easyjet devolvió el dinero del billete o procuró alojamiento a los afectados.
Los que optaron por pernoctar y continuar su viaje llegaron en la mañana de ayer a la capital británica, sin mayores complicaciones. Se trata del cuarto aparato que sufre el impacto de un relámpago en su fuselaje, en las cercanías de 'La Paloma', en el último mes y medio.

Algo que puede parecer atípico, pero que los expertos califican de nada extraordinario, «si se tiene en cuenta el elevado número de movimientos que registra el aeródromo y la época del año en la que nos encontramos», valora Iván Gutiérrez, director técnico del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviacion Comercial.

El último incidente con un rayo afectó al vuelo EZY3225, que había partido del aeropuerto londinense de Stansted a las seis y veinticinco de la tarde, hora local. Cuando se encontraba en la maniobra de aproximación a Bilbao se produjo la descarga eléctrica, según informaron fuentes de Easyjet. El aparato, un 'Airbus 320', tomó tierra con normalidad. Sin embargo, tal y como establece el protocolo, no pudo volver a despegar hasta ser revisado minuciosamente.
Las personas que poco después tenían previsto abordar la aeronave, pero con destino a la ciudad inglesa, fueron informadas de que no podrían embarcar y de que la operación quedaba cancelada hasta el día siguiente. Entonces se les dio la posibilidad de dormir en un hotel y esperar a que la situación se resolviera. Ayer, el primer vuelo de la mañana de la compañía británica estaba programado para las 10.30 horas. Por si acaso no daba tiempo a verificar el estado del aparato, Easyjet envió un nuevo 'Airbus 320' a Loiu. Finalmente, los afectados llegaron a Londres apenas una hora después. Un portavoz de la aerolínea pidió disculpas por las molestias causadas a los pasajeros. Aseguró que todo se debió «a un imprevisto de fuerza mayor».
Con el del pasado jueves, se eleva ya a cuatro el número de incidentes con relámpagos en los alrededores del Aeropuerto de Bilbao en los últimos 45 días. El pasado 14 de enero, un avión de Ryanair que cubría la ruta Loiu-Barajas fue alcanzado en una de sus alas. El aparato pasó unas ocho horas en tierra antes de que fuera revisado y se certificara que podía despegar de nuevo con todas las garantías. Hace tres semanas, otras dos aeronaves que cubrían las rutas Barcelona-Bilbao y Sevilla-Bilbao sufrieron idéntico percance.
«Mucho ruido y pocas nueces»

La caída de un rayo no tiene consecuencias graves para un avión. No interfiere en los instrumentos de navegación ni causa daños que comprometan la seguridad. «Son incidentes que llaman mucho la atención de los pasajeros, porque generan mucha luz, mucho ruido, pero pocas nueces», resumió Gutiérrez. El experto explicó que los modelos modernos están específicamente diseñados para soportar este fenómeno atmosférico. «Se produce lo que se conoce como efecto jaula de Faraday, que es un fenómeno que disipa la carga eléctrica sin que afecte al habitáculo. Sí es cierto que el avión debe ser luego revisado por precaución, porque se pueden generar pequeños agujeros en el fuselaje o se pueden saltar o fundir algunos remaches, pero nada más», añadió.

Comentarios