El Apolo fue una de las mayores hazañas de la especie humana

Esta semana se cumple el 45 aniversario de la llegada del módulo lunar Intrepid, del Apolo 12, a la Luna. El Apolo 12 fue la segunda misión que llevó astronautas a la superficie lunar y la primera en realizar un alunizaje de precisión. A pesar del éxito de Armstrong, Aldrin y Collins en el Apolo 11, su módulo lunar Eagle había aterrizado a algo más de seis kilómetros del lugar planeado.
 Este desempeño no era aceptable en futuras misiones si se deseaba aterrizar cerca de objetivos específicos de interés científico. La NASA desarrolló entonces las técnicas para poder alunizar con precisión y el Apolo 12 fue la misión encargada de demostrarlas, algo que consiguió al alunizar a tan solo 164 metros de su objetivo, el Surveyor III, una sonda que se había enviado a la Luna en 1967.

El Apolo 12 también es recordado por el incidente que sucedió durante su lanzamiento cuando el cohete Saturno V recibió el impacto de dos rayos pocos segundos después del despegue. El sistema eléctrico y la plataforma de navegación del módulo de mando, donde viajaban los astronautas, se vinieron abajo a la vez que se encendían todas las alarmas y luces de emergencia dentro de la nave. En aquél momento no se conocía la causa de lo que estaba pasando y la telemetría que se recibía en tierra era incongruente. Afortunadamente, el control de la misión supo finalmente lo que hacer y la situación fue resuelta progresivamente.

La tripulación del Apolo 12 estuvo compuesta por Pete Conrad (comandante), Dick Gordon (piloto del módulo de mando) y Alan Bean (piloto del módulo lunar), siendo este último el único que vive en la actualidad. Aunque extrovertido, Bean es una persona con un alto grado de autocrítica y con capacidad para la introspección, lo que no se alineaba muy bien con el carácter predominante en el cuerpo de astronautas de su tiempo.

A pesar de ser un extraordinario y experimentado piloto de pruebas, su forma de ser dificultó su adaptación al nuevo entorno de la NASA. El pasar de los años desde su selección en 1963 y su posterior asignación al programa Skylab, hicieron que sus opciones de participar en un vuelo lunar se desvanecieran. Pete Conrad, sin embargo, había sido su instructor de vuelo en la base aérea de la Marina en Patuxent River y confiaba plenamente en él. Ya veterano de dos misiones Gemini, Conrad siempre le prestó su apoyo y le eligió como su piloto del módulo lunar para el Apolo 12. Años después, en 1973, Bean sería también comandante de su propia misión, el Skylab II (SL-3).

A sus 82 años, Bean se dedica al arte. Lo hace a tiempo total desde que abandonó la NASA en 1981. En su estudio de su casa en Houston pinta cuadros en los que captura escenas lunares que escaparon a la cámara y escenas que viven en su imaginación. Bean se considera a sí mismo un 'artista-explorador' y es el único pintor en la historia humana que ha estado en otro mundo y que pinta paisajes de ese mundo que ha visitado.

Con motivo del 45 aniversario del Apolo 12, el héroe de la conquista espacial ha concedido esta entrevista para recordar su trayectoria, su misión y, por supuesto, a su querido comandante y amigo Pete Conrad.

Tomado de: www.elmundo.es

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