Rayo alcanza a dos mujeres en El Puente y una fallece

Dos mujeres, madre e hija, se alejaron unos dos kilómetros de su casa, ubicada en la comunidad de Santa Ana Belén del municipio de El Puente, cuando les alcanzó una tormenta eléctrica, por lo que decidieron refugiarse bajo una árbol, sin embargo, un rayo les alcanzó quitándole la vida a una y dejando lesionada a la otra.


Entre las 16:30 y 17:00 del sábado pasado, una mujer de 59 años de edad y su hija, de 38, salieron a buscar unas hierbas que necesitaban con cierta urgencia, a pesar de cielo gris y los truenos y rayos que caían en ese momento.
La tormenta se hizo más fuerte, por lo que buscaron refugio debajo de un árbol, sin embargo, un rayo cayó justo en ese lugar y afectó  a las mujeres, resultando la mayor fallecida y la menor con quemaduras eléctricas.
El marido de la menor, transportista que llegó a la casa en ese momento luego de un viaje, notó la ausencia de su esposa y su suegra, por lo que salió a buscarlas en compañía de varios parientes y conocidos. “Él las había ido a buscar con otros familiares, las encontraron a una herida y la otra estaba ya sin vida”, informó un policía de turno de El Puente.
La esposa del hombre presentaba quemaduras en la pierna y parte del pecho, entonces decidió pedir ayuda a otras personas para trasladar el cuerpo de su suegra, sin embargo, la gente prefirió llamar a la Policía, que se constituyó en el lugar para realizar el levantamiento legal del cadáver.
La herida fue traslada de urgencia al centro de salud de El Puente, de donde la derivan al hospital regional San Juan de Dios, a donde llegan alrededor de las siete de la noche.
Los médicos le diagnostican un shock por descarga eléctrica, por lo que la internan para vigilar de cerca su recuperación.

Pararrayos

Comunarios del lugar refirieron que hay pararrayos en la zona, sin embargo, dijeron que igual es peligroso caminar cuando se presentan las tormentas eléctricas, y también recordaron que algunos animales han muerto por descarga eléctrica.

Qué hacer ante una tormenta eléctrica

• Observar si el cielo se oscurece, si pueden verse relámpagos, si el viento arrecia o si se escuchan truenos. En tal caso conviene dirigirse inmediatamente a un lugar seguro.
• En verano, tratar de acabar de ascender a una cumbre o terminar una salida o etapa antes de las cuatro de la tarde; a partir de estas horas es cuando se forma el mayor número de tormentas.
• Desistir de hacer cumbre o terminar una ruta en el caso de formarse una gran nueve en clara progresión hacia la tormenta y en la dirección en la que nos dirigimos.
• Deshacerse de todo material metálico (bastones, mochilas con armazón, palas, azadones, rastrillos, paraguas, herramientas...) y depositarlo a más de treinta metros de distancia. Los rayos aprovechan su buena conducción.
• Apagar teléfonos móviles, cuyas radiaciones electromagnéticas pueden atraer los rayos.
• Nunca refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios. Un árbol solitario, por su humedad y verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico. En cambio un bosque, aunque sea pequeño, puede ser un buen refugio. Cobijarse debajo de los árboles de menor altura.
• Alejarse de objetos metálicos como vallas metálicas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, raíles de ferrocarril, bicicletas, maquinaria, etc. Lo más peligroso de un tendido eléctrico son sus apoyos, pues por su toma de tierra se descargan al suelo rayos que han caído incluso a kilómetros. La proximidad de grandes objetos metálicos es peligrosa incluso cuando no se esté en contacto con ellos, ya que la onda de choque producida por el rayo calienta de sobremanera el aire lo que puede producir lesiones en los pulmones.
• En el caso de trabajo sobre tractores (agricultores), maquinaria de construcción, etc., abandonarlos mientras dure la tormenta. Tampoco debe trabajarse sobre andamios u otras estructuras metálicas.
• Alejarse de terrenos abiertos y despejados, como praderas, cultivos y campos de golf. En estas zonas una persona sobresale bastante del terreno y puede convertirse en un pararrayos. Es preferible quedarse debajo de un grupo de árboles, a ser posible de menor altura que otros de la zona.

Tomado de: www.elpaisonline.com