No dejan la playa ni obligados por posibles rayos

Cuando el cielo comienza a cubrirse y los relámpagos y truenos irrumpen en el firmamento, los guardavidas del balneario Las Grutas están obligados a evacuar a la gente de la playa. Colocan las banderas rojas en los distintos puntos de guardia y le añaden una negra.


La primera indica que está prohibido bañarse, y la segunda, que se está ante una tormenta eléctrica, lo que implica un riesgo de vida ante la posible caída de rayos. En muchos casos, hacen sonar silbatos para que todo el mundo se percate de la situación de alerta.

Sin embargo, no todos obedecen las instrucciones. Ignoran las indicaciones, se niegan a retirarse y hasta se quedan en el agua o en la arena pese a la insistencia de los rescatistas.
Eso sucedió la tarde del último jueves, cuando un fiero temporal azotó la región mientras en la costa permanecía una multitud de veraneantes.

Además de izar las banderas, los guardavidas alertaron a la muchedumbre ordenando a los gritos que debían retirarse, un acto casi desperado para captar la atención de los veraneantes. También se utilizó una camioneta del Municipio de San Antonio, que recorrió desde la Primera hasta la Séptima bajada para reforzar el aviso.

Muchos, sobre todo las familias, acataron la orden y partieron raudamente escaleras arriba.
Pero otros se quedaron, a pesar de que seguían los resplandores en el cielo y se hacían cada vez más potentes los estruendos.

Mauro Scalesa, jefe del cuerpo, expresó que siempre hay un número menor de veraneantes que los ignoran. Son, en su gran mayoría, muchachos jóvenes y adolescentes que se muestran confiados y desafiantes ante las autoridades.

Destacó que en el caso del jueves se pudo observar que era enorme la cantidad de gente que permaneció en el lugar, como se observa en la fotografía que ilustra este artículo. Eso fue lo que llamó la atención de los guardavidas y los funcionarios municipales de San Antonio.

Se resaltó, por otro lado,  que fue mucha más la gente que se retiró, porque es elevada la ocupación que se registra en la actualidad en la villa turística.

El caso de Villa Gesell
Las medidas de seguridad ante los fenómenos climáticos de este tipo se comenzaron a implementar hace algunos años, pero se intensificaron el verano pasado, cuando un rayo mató a cuatro jóvenes en Villa Gesell -Buenos Aires- e hirió a otras veinte.

Desde entonces se incorporó el detalle del protocolo de seguridad a la cartelería que se observa antes de bajar a la playa, aunque hay algunos puntos en los que falta y simplemente se utiliza la bandera negra.
Scalesa explicó que poco a poco se van sumando balnearios que agregan el nuevo código, e incluso añadió que es una disposición del Sindicato Único de Guardavidas Asociados de la República Argentina, que determinó que frente a una tormenta eléctrica se debe desalojar la playa para seguridad de los veraneantes y de los propios trabajadores del agua.

Derrumbes
Una gruta sufre con las tormentas
El jefe de los guardavidas también refirió que en momentos de tormenta deben advertir a quienes se alojan en las cavernas que están entre la bajada Cero y la Uno por el riesgo de derrumbes.

Es que hay una gruta que se desmorona cada vez que cae un rayo. Estiman que es por la vibración que provoca el fenómeno, sumado a la debilidad del acantilado por la erosión del mar y la presión que ejerce el asentamiento poblacional.
Las cavernas que dan nombre al balneario son utilizadas como refugio por muchos de los turistas.

Tomado de: www.lmcipolletti.com.ar

Comentarios