El misterioso poder del rayo, entre muertes y privilegios

El que una persona sobreviva a un rayo se trata casi de un milagro en Bolivia y se dice que quienes lo logran reciben a partir de ese día poderes especiales, ya sea de curación o que sirven para la videncia.
Más aún son muchas las personas que mueren con estas descargas. El pasado año la furia del rayo se llevó más de diez vidas en nuestro país.

Cliver Leytón es un curandero tarijeño que sobrevivió en su niñez a una de estas descargas y ha recibido un privilegio. Desde el momento del suceso se ha dedicado a curar a cuanta persona lo ha visitado. Pero no todas las historias tienen un final feliz y sobrevivir a este fenómeno puede ser cuestión de suerte.

De acuerdo a la revista Muy Interesante ahora mismo se están produciendo en el mundo unas 20.000 tormentas, que lanzan unos cien rayos por segundo. Por término medio, tienen lugar al año entre 16 y 17 millones de tormentas, unas 44.000 diarias. Esto supone que caen 8 millones de relámpagos al día, capaces de liberar una energía comparable a 2 millones de toneladas de dinamita.

“Se calcula que cada rayo mide unos 5 kilómetros de longitud por solo 1 centímetro de anchura, y descarga entre 1.000 y 10.000 millones de julios de energía, con una corriente de hasta 200.000 amperios y 100 millones de voltios. El aire circundante puede alcanzar temperaturas de 20.000 ºC, más de tres veces la de la superficie del Sol, que ronda los 6.000 ºC. Por eso los rayos son tan letales”.

En 2018 en Bolivia hubo muchos casos en los que murieron varias personas a causa de rayos. Uno de los casos sucedió el 19 de noviembre cuando una descarga de este tipo mató a un padre y a sus cuatro hijos.

El padre junto a sus dos hijos y dos hijas, de entre 8 y 19 años de edad, “se encontraban refugiados en una choza de paja esperando que la granizada pase (pero), un fuerte rayo cayó sobre la choza y los cuerpos fueron calcinados”, relató el alcalde de Chayanta, William Guzmán, citado por los portales de las radios Erbol y Fides.

En octubre del pasado año sucedió otro caso similar, una mujer murió y otras dos personas resultaron heridas tras el impacto de un rayo que cayó en K’ara K’ara, al sur de la ciudad de Cochabamba.

“Se habría producido el fallecimiento de la señora Silvia Illanes Blanco, de 26 años, a consecuencia de que había sido alcanzada por un rayo. Asimismo, resultaron heridas la señora Janeth Rojas, de 22 años, y Celia Ramírez Navia, de 24 años”, se informó.

Más aún los casos suman, otro de estos hechos se registró el pasado 25 de septiembre cuando una menor falleció, víctima del impacto de un rayo tras una tormenta que tuvo lugar en el municipio de Tarvita en Potosí. Esto sucedió a pesar de la presencia de torres de pararrayo.

Ya para mediados y finales de diciembre se dieron otros casos, pues el 18 de diciembre tres jóvenes fallecieron al ser alcanzados por un rayo en la comunidad de Tacapi, departamento de Chuquisaca.

Los jóvenes salieron de sus casas en plena lluvia para ir en busca de sus animales que estaban en los cerros.

La última tragedia que dejó 5 niños huérfanos

Pero un último caso está conmoviendo a Bolivia entera. El pasado 28 de diciembre cinco niños quedaron huérfanos de padre y madre tras que un rayó fulminara a la pareja de esposos en un inmueble de una comunidad del municipio de San Pedro de Buenavista en el departamento de Potosí.

El hecho sucedió en la estancia Elile de la comunidad de San Marcos. Los siete integrantes de la familia estaban dentro cuando un rayo impactó sobre la casa.

Sebastián Mamani Choque  (33) y Pastora Lázaro Surumi  (30) murieron instantáneamente, mientras que los menores quedaron inconscientes. Sandra, de 12 años; Elena, de 10; José Luis, de ocho; Rosmery, de 6, y Esmeralda, de cuatro son los menores que ahora quedaron en la orfandad

El gobernador Juan Carlos Cejas, una vez que se enteró de la tragedia, envió una comisión del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) con la finalidad de que los niños sean internados en un albergue estatal de Uncía.

Sin embargo, Juana Choque, de 76 años, abuela de los menores, no quiso y dijo que se hará cargo de los mismos junto a su esposo de 80 años de edad.

Tomado de: https://elpais.bo/

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